La entrevista de empleo es una de las herramientas básicas a la hora de contratar nuevos empleados, pero como dice la canción “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”... Todos hemos contratado a un flamante profesional del que hemos tenido que prescindir, porque no ha terminado de encajar... ¡Y eso sale carísimo!
Las razones por las que una persona no funciona bien dentro de un puesto pueden ser muchas: sus valores no se alinean con los de la empresa, no encaja con el equipo, no tiene las habilidades requeridas, etc. En Internet hay miles y miles de herramientas para evaluar a los candidatos que prometen tener la fórmula mágica para evitar estos imprevistos, pero ¿cuál elegir?